El dolor neuropático es un dolor causado por una lesión o enfermedad del sistema somatosensorial el cual es el encargado de la percepción del tacto, la presión, el dolor, la temperatura, la vibración, el movimiento y la posición del cuerpo. Los nervios del sistema somatosensorial envían señales a la médula espinal y, finalmente, al cerebro para su posterior procesamiento.
La degeneración, disfunción u otro daño a los nervios periféricos pueden provocar una transmisión alterada y desordenada de las señales sensoriales lo que se puede manifestar como dolor, entumecimiento, debilidad muscular y hormigueo en varias partes del cuerpo.
La neuralgia es un tipo de dolor neuropático que se manifiesta en la distribución de uno o más nervios. El término neuralgia se refiere a una combinación de las palabras «neuro» que significa nervio o sistema nervioso y «algia» que significa dolor. Normalmente, el dolor se desencadena por la estimulación de los receptores del dolor, pero en el caso de la neuralgia, el dolor se produce sin la estimulación de estos receptores y, en cambio, es causado por una situación anormal en la estructura o función de los nervios. La neuralgia tiene muchas causas posibles, donde se incluyen: infecciones (herpes zóster, enfermedad de Lyme o VIH), compresión de los nervios (por huesos, vasos sanguíneos o tumores), y enfermedad renal o diabetes.
Dentro de las neuralgias se encuentran aquellas que son capaces de causar dolor craneofacial, donde se incluye a la neuralgia del trigémino, la neuralgia postherpética, neuralgia del glosofaríngeo y la neuralgia occipital.
Neuralgia del trigémino
Una descripción detallada acerca de la neuralgia del trigémino clásica, idiopática o secundaria puede ser encontrada en nuestro artículo: (liga).
Es importante mencionar que varios tipos de dolor facial pueden confundirse con la neuralgia del trigémino. Se debe sospechar una cefalea autonómica del trigémino cuando los síntomas de dolor acompañados con inyección conjuntival (ojos rojos), edema periorbitario (hinchazón del párpado), lagrimeo o la rinorrea (escurrimiento nasal). Se debe considerar un problema dental si el dolor se dispara por comer o masticar, ingerir alimentos calientes o fríos, cepillarse los dientes y sin otros desencadenantes sobre la cara. Se debe sospechar de una neuralgia posherpética si el paciente ha sufrido de eritemas (enrojecimiento e inflamación) o erupciones en el área dolorosa afectada. Si el dolor es persistente o de naturaleza neuropática asociada con una pérdida sensorial, se debe considerar la neuropatía del trigémino. Si el dolor no corresponde al área del nervio trigémino, puede ser una neuralgia relacionada con un nervio diferente, como la neuralgia del glosofaríngeo o la neuralgia del nervio intermedio.
Neuralgia postherpética
El virus de la varicela-zóster pertenece a la familia de los herpesvirus, es el agente responsable de producir la varicela y el herpes zóster (culebrilla). Durante la infancia se puede contraer enfermedad cutánea de la varicela, sin embargo, el organismo no elimina completamente el virus, éste queda latente en los ganglios sensitivos del paciente y se podrá reactivar como herpes zóster debido a la edad, a otras enfermedades o sufrir alguna condición inmunosupresora (VIH, cáncer, quimioterapia, uso de corticosteroides y estrés emocional). Se presenta con una erupción cutánea vesicular dolorosa en la distribución de un nervio sensitivo. El dolor puede presentarse varios días antes que las erupciones y el síndrome generalmente se resuelve en unas pocas semanas.
El herpes zóster, además de afectar la piel con vesículas herpéticas, puede causar una neuropatía dolorosa del trigémino que implica dolor en la distribución de una o más ramas del nervio. Una vez que las erupciones han sanado, algunos pacientes pueden quedar con un dolor neuropático debilitante continuo en el área afectada. Si este dolor persiste por más de 3 meses, se diagnostica como neuralgia postherpética. Es posible que se requieran varios medicamentos para lograr el alivio del dolor y un manejo a largo plazo con un médico especializado.
Neuralgia del glosofaríngeo
Una descripción detallada acerca de la neuralgia del glosofaríngeo puede ser encontrada en nuestro artículo: (liga).
Las características clínicas de la neuralgia del glosofaríngeo son muy similares a la neuralgia del trigémino, pero afecta otra zona (boca, garganta y oído). Con base en la historia clínica y un examen físico específico, el diagnóstico es generalmente sencillo. Las enfermedades de los ojos, oídos, nariz, garganta y dientes pueden imitar la neuralgia del glosofaríngeo o pueden coexistir y confundir el diagnóstico. Los tumores de boca y garganta pueden simular el dolor de esta neuralgia, al igual que los tumores en el ángulo pontocerebeloso, zona del cráneo donde se encuentran las raíces de varios nervios craneales incluido el glosofaríngeo y el trigémino. Antes del diagnóstico final de una neuralgia del glosofaríngeo, un médico especialista debe además descartar otras enfermedades como la neuralgia de Jacobson, arteritis temporal y disfunción de la articulación temporomandibular y síndrome de Eagle.
Neuralgia del nervio intermedio
El nervio facial es un nervio mixto con función motora y sensitiva. El nervio intermedio es la rama sensorial del nervio facial y conduce información de alrededor de la oreja, incluido el meato auditivo externo y la zona detrás de la oreja. La neuralgia del nervio intermedio, también conocida como neuralgia geniculada, se caracteriza por dolor de oído profundo (descrito como apuñalamiento con un picahielo), que aparece y desaparece súbitamente, y que puede irradiar detrás de la oreja. El dolor puede desencadenarse por un estímulo ligero como un hisopo de algodón o el viento frío en el conducto auditivo o el oído externo y puede ir acompañado de alteraciones en el lagrimeo, salivación o del sentido del gusto.
La neuralgia del nervio intermedio puede seguir a una infección o inflamación del nervio facial y, por lo tanto, puede desarrollarse a partir del síndrome de Ramsay Hunt (herpes zóster ótico) o la parálisis de Bell (parálisis facial). Cuando el dolor está relacionado con el virus varicela-zóster, se utiliza el término neuropatía dolorosa del nervio intermedio; si el dolor persiste más de 3 meses, se utiliza el término neuralgia posherpética del nervio intermedio. La terapia médica es similar a la que se usa para la neuralgia del trigémino, con fármacos antiepilépticos, descompresión microvascular y la lesión del nervio intermedio en los casos que sí lo requieran.
Neuralgia occipital
La neuralgia occipital, o neuralgia de Arnold, es un dolor punzante unilateral o bilateral que puede aparecer y desaparecer abruptamente en la parte posterior de la cabeza en la distribución del nervio occipital mayor, el nervio occipital menor y el tercer nervio occipital, a veces acompañados de disminución de la sensibilidad o disestesia (alteración de la sensibilidad) en el área afectada. En la mayoría de los casos, la neuralgia occipital se considera idiopática (sin causa aparente); sin embargo, algunos informes han demostrado que podría estar relacionada con causas específicas como traumatismos, lesiones en la médula cervical, malformaciones cavernosas, lesiones desmielinizantes y la compresión de los nervios.
Al igual que con otras neuralgias, una buena historia clínica y un examen neurológico son fundamentales para lograr un diagnóstico adecuado y, por lo tanto, un plan de tratamiento eficaz. Debido a que los patrones de inervación de este nervio son muy complejos, los pacientes pueden describir que el dolor comienza en la base posterior del cráneo y se irradia hacia arriba o sobre la oreja hacia la sien, por lo que varios trastornos como la cefalea pueden confundirse con una neuralgia occipital haciendo difícil su diagnóstico.
El tratamiento conservador inicial incluye compresas frías o calientes, masajes y fisioterapia dirigida a mejorar la postura. Se ha informado que los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, los relajantes musculares y los anticonvulsivos son útiles. Para los ataques severos de dolor, se pueden realizar bloqueos nerviosos inyectando anestésicos cerca de la emergencia de los nervios occipitales en la base del cráneo. Este tratamiento puede aliviar el dolor durante algunas semanas y, en algunos pacientes, puede durar varios meses. Los pacientes con neuralgia occipital que no responden adecuadamente a las terapias médicas o bloqueos repetidos pueden beneficiarse del tratamiento con radiofrecuencia o neurólisis.